En mayo de 2015, el Gobierno Popular Municipal de Shenzhen y la UNESCO firmaron el Acuerdo Marco de Fondo Fiduciario entre la UNESCO y el Gobierno Popular Municipal de Shenzhen, República Popular China, relativo al apoyo a las actividades de la UNESCO en favor del desarrollo de la educación superior en Asia y África. Como resultado, se creó el Fondo Fiduciario UNESCO-Shenzhen (SFIT) (en lo sucesivo denominado ¨el fondo¨), con una financiación de 2 millones de dólares estadounidenses aportados por el Gobierno de Shenzhen a la UNESCO. Además, se creó un centro de categoría II de la UNESCO, el Centro Internacional para la Innovación en la Educación Superior bajo los auspicios de la UNESCO (UNESCO-ICHEI, Shenzhen, China), con el fin de llevar a cabo actividades en el ámbito de la educación superior internacional.

El proyecto UNESCO-SFIT en Asia se centra en la innovación en la educación superior impulsada por las TIC y el desarrollo de capacidades universitarias. Esta parte fue implementada por la Oficina Regional de Educación para Asia y el Pacífico de la UNESCO en Bangkok en Camboya y Sri Lanka. El proyecto UNESCO-SFIT en África se centra en la construcción y el reforzamiento de las organizaciones de la garantía de la calidad en la educación superior. El proyecto en África fue ejecutado por la Oficina de Educación Superior de la sede de la UNESCO en diez países africanos (Egipto, Gambia, Senegal, Costa de Marfil, Togo, Malí, Níger, Zambia, Malaui y Namibia) con el fin de crear instituciones y mecanismos de garantía de la calidad en la educación superior. Como fondo para promover la cooperación en la educación superior internacional para los países en desarrollo, establecido por el Gobierno Municipal de Shenzhen en colaboración con la UNESCO, ha recibido una gran atención por parte del sistema de la UNESCO, los países asiáticos y africanos y la comunidad internacional de la educación superior. En particular, ha sido muy elogiado por los gobiernos de los dos países asiáticos y los diez países africanos, así como por las universidades piloto que se han beneficiado directamente del fondo. Este reconocimiento positivo significa que el fondo es un paradigma de la cooperación internacional en materia de educación superior y está desempeñando un papel destacado y ejemplar en la región. La parte asiática concluyó en septiembre de 2019 y la parte africana del proyecto concluyó en 2022.

La UNESCO consideró que el proyecto ha desempeñado un papel único y significativo en el apoyo a la UNESCO para el cumplimiento de sus funciones en materia de educación superior, y se ha convertido en un modelo de cooperación Sur-Sur.

Durante el proyecto, se puso a prueba en Camboya y Sri Lanka un nuevo marco de autoevaluación sobre el aprendizaje híbrido para una educación superior de calidad (véase Aprendizaje híbrido para una educación superior de calidad). Un segundo componente del proyecto se centró en el papel de los MOOC en Asia y el Pacífico.